En la víspera de la jubilación de los legionarios que han cumplido su servicio, uno de ellos ¿que parece no poder solar la copa¿ insulta al César. Para castigarlo de manera ejemplar, éste le jugará una broma otorgándole un regalo: una pequeña aldea a la orilla del mar en Armórica... ¡llena de irreductibles galos! El regalo caerá en otras manos por el precio de una cena y una copa de vino, provocando una divertida contienda política al interior de la aldea. ¿Acaso alguién podrá disputarle el puesto de jefe a Abraracurcix, pero más importante, a Karabella?